Qué es el Trastorno Obsesivo Compulsivo

Trastorno Obsesivo Compulsivo o TOC, por sus siglas. Supongo que todos han oído hablar de esta afección mental. Incluso ha habido momentos en los que por alguna extraña razón, muchas personas han empezado a ver esto como si se tratase de algún tipo de enfermedad cool que sólo afecta a los superdotados. Es gracioso escuchar personas afirmando que poseen TOC sólo porque les gusta tener su ropa ordenada o no les gusta llegar tarde a sus citas. La verdad es que el TOC va mucho más allá y, de hecho, es algo que difícilmente se puede llegar a disfrutar. Y esto va ligado directamente a la afección, puesto que genera estados de angustia que no son nada agradables. A menos, claro está, que haya alguien por ahí que disfrute la angustia tanto como disfruta comerse un helado, cosa que no creo. Esta falta de información es una de las cosas que me ha llevado a querer dedicar algunas entradas de este blog para contar un poco de qué va esta afección, porque sé que afecta a muchas personas, aunque no con la misma intensidad, y porque es bastante molesto que otras tantas, quizá por ignorancia o indiferencia, juzgan los actos de las personas que realmente se ven afectadas con esta enfermedad. Por otra parte, vale la pena aclarar que quien aquí les escribe no es ni lo más cercano a un psiquiatra o psicólogo. No, para nada, simplemente soy una persona que ha sido diagnosticada con esta condición, así que lo que escribiré se trata simplemente de mi propia experiencia, misma que he ganado desde mi niñez, ya que siempre he vivido con este trastorno.

Lo primero que me gustaría hacer es dejar claro a qué nos referimos cuando hablamos de TOC. Esta afección es algo similar a una interacción entre pensamientos y acciones que involuntariamente se da al interior del cerebro del afectado. Se inicia como un pensamiento sin control que llega a la mente. Este pensamiento, que no es del agrado de la persona anfitriona, permanece en su mente y se fortalece, generando a su vez un malestar cada vez más y más difícil de sobrellevar. En un afán por eliminar esa sensación de incomodidad de su mente, el afectado lleva a cabo acciones que la contrarresten. Estas acciones generan una especie de alivio, aunque a un alto costo, puesto que no eliminan la causa de la angustia en sí. Actúan más como una especie de anestésico temporal y no como una cura real. Al no haber eliminado el problema de raíz, los pensamientos desagradables vuelven a aparecer. Es aquí donde la persona nuevamente empieza a realizar acciones que buscan mitigar su incomodidad. Esto sumerge a la persona en un círculo vicioso en donde los pensamientos se hacen cada vez más fuertes y las acciones cada más irracionales, un círculo vicioso del que es realmente difícil o incluso imposible salir, como sucede en muchos casos. Lo que es quizá una de las cosas más desagradables del TOC es que la persona afectada logra darse cuenta del sinsentido de sus pensamientos y acciones, es consciente de todo ello y desea librarse de esa situación, pero sus meros deseos no le son suficientes. Se encuentra en una cárcel mental creada por sí mismo de la cual no puede escapar.

Al conjunto de pensamientos de los que no logra librarse la persona se le conocen como obsesiones, mientras que a las acciones que se llevan a cabo para calmar la ansiedad causada, se le conocen como compulsiones. De ahí el nombre de Trastorno Obsesivo Compulsivo.